ABANCA ha cerrado el primer trimestre del año con un resultado neto de 229,1 millones de euros, cifra que supone un incremento del 23,1% respecto al mismo periodo de 2016. El semestre se ha caracterizado por fuertes incrementos de los ingresos recurrentes y la aceleración en la venta de productos de valor añadido. La cartera crediticia ha experimentado un crecimiento continuado y avanzó un 6% interanual.

La entidad ha reforzado su orientación a pymes y autónomos, colectivos que reciben el 61% de la financiación concedida. Por otra parte, la tasa de morosidad de ABANCA se ha reducido hasta el 5,6%, al tiempo que mantiene una elevada cobertura de activos problemáticos del 55,0%.